lunes, 22 de junio de 2020

INDUMENTARIA Y BARROCO

EL BARROCO.
por María Ortíz

El Barroco, la época que se extiende entre el absolutismo y la ilustración, esta considerado como el ultimo gran estilo europeo. Este opone a la medida clásica un complejo de gran variedad dinámica de formas y expresiones.
Frente a frente se encuentran la alegría de vivir y una sensación distinguida, una espiritualidad religiosa y un riguroso ascetismo, una amplia variedad de formas y un rigorismo en las formas. Al mismo tiempo, el ilusionismo introduce lo teatral y escénico en el arte.
El siglo XVII es el siglo de Francia con sus dos grandes reinados: Luis XIII de 1613 a 1643 y Luis XIV de 1643 a 1715.
En cuanto a la indumentaria pueden visualizarse todas los rasgos distintivos del periodo así como un rápido cambio en los estilos de vestir. Podemos divisar el gran poderío francés no solo en la forma de portar las prendas si no también en la manera de conseguir los textiles y accesorios. Haremos un breve recorrido de los principales reyes y sus estilos a la hora de vestirse.
Enrique IV (Francia) 1589-1617: Por esta época se destacan las fabricaciones de hermosos brocados, terciopelos y sedas en la ciudad de Lyon y de tafetanes espesos en la ciudad de Tours, industrias que fomento Enrique IV. Los hombres todavía mezclan la indumentaria del ultimo periodo (renacimiento) a medida que van dejando mostrar las nuevas tipologías. Dentro del traje usual para hombre podemos destacar el uso de la capa corta redonda, un jubón de faldón corto, calzas con trusas (detalle renacentista), greguescos (pantaloncillos con frunce), botas de taco y el sombrero castor de ala ancha para completar el conjunto. En cuanto a las mujeres tenemos la presencia de una falda muy amplia de forma cilíndrica denominada falda tambor combinada con un corset. Engalanan el conjunto un cuello medici bien alto y abierto realizado en encaje a bolillos expresamente pedido a Italia. Este cuello iba en conjunto con unos puños o bocamangas del mismo material. Los peinados eran altos y adornados con perlas.

Luis XIII, un joven lleno de vitalidad y temperamento artístico comenzara a regir Francia desde abril de 1617 (hasta 1643). Toma el trono a través de un golpe de estado, sometiendo a su propia madre y liderando la primera mitad del siglo XVII con el apoyo y manejo del cardenal Richelieu.
Con respecto a la indumentaria llegamos a un momento de máxima elegancia. Richelieu con una serie de edictos y ordenanzas controla la importación de lujo de otros países. En 1633 pronuncia un importante edicto ilustrado por el grabador Abraham Bosse: El cortesano y la dama según el edicto. Este grabador francés, que vivió entre 1602 y 1676, a través de su obra nos da una idea muy clara de la vida cotidiana de su época.
El hombre viste unas calzas amplias y sueltas, un jubón acuchillado en las mangas, capa corta llamada manteaux que se colocaba en un solo hombro, cuello bajo de encaje combinando con los puños, botas de media caña con forma de embudo y sombrero castor. En cuanto al aspecto físico llevan una barba triangular característica del cardenal Richelieu y el rostro blanco.
Las mujeres llevan una camisola por debajo y varias enaguas. La prenda principal es un vestido conformado de una falda tambor y una pechera o corpiño. La falda tiene el rasgo distintivo de estar confeccionada con tres capas las cuales adquirieron un nombre muy simpático: la picara, la modesta y la secreta. El detalle final del armado de la falda esta en levantar la ultima capa formando un telón bien teatral. El escote se lleva pronunciado y el peinado se denomina a la garceta enrulado con un pequeño flequillo que asoma.
Hacia el año 1643 entramos en lo que se denomina el absolutismo francés vivenciado en la figura del rey Luis XIV. Ahora Francia es el arbitro indiscutido de la moda. Los estudiosos dividen – con alguna excepción- el reinado de Luis XIV (1643-1715) en tres periodos.


Periodo 1643-1660: El hombre lleva una chaqueta corta con calzones tubulares engalanados con lazos y cintas. Estos calzones llevan el nombre de rhingraves y tienen la característica de abultar tanto material que a veces simulan una falda. Este periodo es de lo mas excesivos en adornos y cantidad de tela. En el cuello llevan un cuello bando caído con corbata y jabot. El bando tiene forma de pétalos realizados en encaje que hacen juego con el ribete del mismo material que llevan las botas de caña media. El sombrero en boga es el pan de azúcar y comienza una moda que se extiende varios periodos que es el uso de peluca.
La mujeres llevan una falda campana y en casos extremos como el español el famoso guardainfantes bien retratado por Velazquez en Las Meninas. La elegancia se ve representada por accesorios de pedrería y el escote se insinúa con una forma bote alargada. La falda esta levantada en la cola con la misma impronta teatral de los periodos anteriores, y el manguito de piel cierra el conjunto con un toque de distinción.

Periodo 1660-1670: Considerando que es el periodo en donde se empieza a construir el palacio de Versalles no hace falta resaltar la opulencia con que se vivía el uso del traje tanto en el hombre como en la mujer. Los barones siguen usando los rhingraves pero esta vez con un sombrero de ala estrecha y dos plumas. El cabello se lleva largo y rizado en peluca. El exceso de tela, cintas y gallants sigue en pie. En cuanto a las mujeres podemos ver una falda levantada con cola, el escote bote, las mangas mas ajustadas que en tros periodos y con una nueva característica: el uso de tres volantes de encaje. El Nuevo peinado es a la sevigne bastante alto y con una impronta de desprolijidad. Aparecen los parasoles o sombrillas en la escena así como los adornos con perlas en el pelo.

Periodo 1670-1715: En este ultima parte del reinado de Luis XIV podemos ver parte de su caída hacia el final. El hombre comienza a aplacarse y a guiar el traje hacia lo que será el conjunto formal de tres piezas del siglo XIX. Aparece una de las prendas base mas importantes en la historia del traje: la casaca. Esto es un saco con un largo de 3-4, magas ajustadas y abotonadas, cuello redondo y cruce simple con abotonadura. Este saco se combina con un chaleco largo también delineado por botones en su acceso y lo que es el cullotte o calza que anticipa el pantalón. En la cabeza llevan el tricornio y en los pies zapatos de taco en colores negros y rojos.


La mujer toma un giro inesperado en este periodo ya que se da el gusto de llevar las prendas de periodos anteriores a un nivel casi de ridiculez. La moda que prevalece es la neglige y es un conjunto d falda y pechera bien flojas y con mucha cantidad de material que hacen ver a la mujer como si estuviera paseándose en camisón. Este periodo dura poco hasta que vuelve a arremeterse con mucha mas fuerza el uso del vestido compuesto de falda y corset delineado por mangas bien ajustadas y encajes. Sigue el uso de parasoles, abanicos y antifaces para evocar la imagen teatral característica del barroco.

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